Mantener una buena alimentación durante el embarazo es clave para asegurar su correcto desarrollo. Te enseñamos 5 alimentos que deberías evitar.




No hay alimentos estrictamente prohibidos para las mujeres embarazadas. Pero sí que se deben seguir una serie de recomendaciones con el objetivo de prevenir infecciones que podrían afectar a la salud tanto de la madre como del bebé. 


La listeria y la toxoplasmosis son dos de las enfermedades más comunes en mujeres gestantes y se pueden transmitir desde algunos comestibles. A continuación te traemos 5 alimentos de los que es mejor prescindir durante el embarazo:

 

1. Lácteos sin pasteurizar

Durante el embarazo, las mujeres corren un riesgo mayor de padecer listeriosis, una infección causada por la bacteria Listeria monocytogenes. Se encuentra en algunos alimentos contaminados y podría llegar a atravesar la placenta llegando a provocar daños al bebé. Los lácteos sin pasteurizar no han pasado por este proceso clave para destruir los microorganismos. Por tanto, algunos yogures, cremas, helados y quesos blancos podrían contener esta bacteria. Te aconsejamos que revises el etiquetado de los productos y asegures que han sido pasteurizados.


2. Pescado crudo

El riesgo de que los pescados tengan parásitos o bacterias es mucho mayor en los crudos que en los que ya han sido cocidos. El parásito que más ha afectado a la población recientemente es el anisaki, que vive en el tubo digestivo de los peces.

La mejor forma de evitar este tipo de infección es exluyendo el pescado crudo de la dieta. Si eres un amante del sushi, vas a tener que ir con más cuidado en el embarazo. Intenta no consumir peces pequeños como las sardinas o los boquerones y descarta también pescado crudo ahumado, escabechados y carpaccios. De todos modos, el método más efectivo para eliminar las larvas de anisaki y poder comer el pescado sin preocupaciones es congelarlo durante unas 72 horas antes de comerlo.


3. Huevos crudos

Los huevos son uno de los alimentos ricos en proteína más recomendados para el desarrollo muscular. Es una comida versátil, combinable en muchos platos y de muchas formas distintas. Es muy importante, especialmente durante los nueve meses de gestación, que los comas una vez hayan sido cocidos. Y la razón es bien simple: el huevo crudo puede contener la bacteria de la salmonella y transmitirla al cuerpo humano, causando samonelosis. Esta enfermedad suele provocar diarrea y fiebre. Asimismo, debes prescindir de alimentos que lleven huevo crudo en su preparación como puede ser el caso de la mayonesa hecha en casa o la salsa holandesa.


4. Carne cruda

La toxoplasmosis es una enfermedad provocada por el parásito Toxoplasma gondii, que se puede encontrar dentro de las células de algunos animales y seres humanos. La forma de infección más frecuente es a través de carne cruda o insuficientemente cocinada.

Hay un riesgo real de que este organismo, una vez dentro del cuerpo de la mujer embarazada, penetre la placenta e infecte al feto. Cuando esto pasa, hablamos de taxoplasmosis congénita. El bebé podría sufrir pérdidas de audición y lesiones graves en el cerebro y los ojos. Normalmente, los síntomas no aparecen hasta varios meses después del parto. Por lo tanto, si cocinas o vas a algún restaurante y te apetece carne, que esté bien hecha.


5. Frutas y verduras sin lavar

Los alimentos derivados de los animales no son los únicos a tener en cuenta para evitar infecciones. Tanto las frutas como las verduras pueden contaminarse debido a los fertilizantes, el agua, la tierra o al método de almacenamiento. Para reducir las probabilidades de enfermar, es importante que las laves bien. En el supermercado trata de comprar las hortalizas con mejor aspecto y, en caso de comprarlas cortadas, asegúrate que han sido almacenados de forma adecuada. En casa, lávate bien las manos antes de manipularlos y frótalos con un cepillo cuando les pases agua.

 


Durante el embarazo, también es clave que intensifiques las medidas higiénicas en la cocina: lávate siempre las manos antes de tocar los alimentos y mantén los utensilios desinfectados en todo momento. 

Recomendamos que te asesores con profesionales sanitarios para controlar tu peso durante este proceso y que sigas una dieta saludable y apetecible. Por último, te aconsejamos que leas atentamente el etiquetado de los productos para conocer las advertencias y las condiciones de uso.