Es inevitable que tu embarazo coincida con semanas de mucho sol y calor. Tranquila, puedes ir a la playa y exponer tu barriga. Pero tienes que tomar unas precauciones importantes para no poner en peligro tu propia salud ni la del bebé.

 



Beneficios de tomar el sol embarazada

En la medida adecuada, tomar el sol puede ser beneficioso durante la gestación. De hecho, durante los meses de otoño e invierno lo habitual es que nuestros niveles de vitamina D no lleguen a los indicados. En primavera y verano, en cambio, el clima acompaña y hay tiempo para hacer actividades al aire libre y tomar el sol en muchos momentos, de forma que generamos más vitamina D. Se dice que el 90% viene del sol y el 10% restante de los alimentos que consumimos (el atún fresco o las sardinas son algunos de los alimentos con más contenido en vitamina D).

Pasar horas al sol de forma controlada durante los nueve meses te puede llegar a proporcionar unos niveles de vitamina D suficientes para:

  • Prevenir preeclampsia.
  • Prevenir diabetes gestacional.
  • Propiciar el desarrollo óseo del bebé.

 

Riesgos de tomar demasiado sol durante el embarazo

Aunque el sol te puede ayudar a generar vitamina D, es importante no abusar de él. Estar demasiado tiempo bronceándote tiene sus riesgos:

  • Golpe de calor: La capacidad termorreguladora de las embarazadas es peor que de costumbre y por lo tanto, con el aumento de temperaturas, se pueden llegar a sufrir golpes de calor. Estas situaciones pueden causar partos prematuros, entre otras consecuencias como el bajo peso del bebé en el momento del parto.
  • Quemaduras: Tu volumen de melanina en la piel hará que seas más o menos propensa a este problema. Las personas que han sufrido quemaduras graves tienen más probabilidades de sufrir cáncer de piel. También pueden conllevar fiebre, fatiga e infecciones en las zonas quemadas.
  • Cloasma o melasma gestacional: Se trata de un conjunto de manchas que aparecen en la cara de las embarazadas por cambios hormonales y genéticos. La exposición solar estimula la creación de melanina y, en consecuencia, el cloasma es más posible que suceda.

 

Precauciones a la hora de tomar el sol embarazada

Ten en cuenta los siguientes aspectos para evitar cualquier susto y disfrutar del sol de forma correcta durante tu embarazo: 

  • No superes los 40 minutos seguidos al día. En días calurosos es mejor que tengas cerca lugares con sombra para cobijarte en ellos. Superar los 30 o 40 minutos de sol al día si estás embarazada ya es considerado más de la cuenta.
  • Hidrátate correctamente. En este post te hablamos de la importancia de una buena hidratación en el embarazo. Pero es que en días de sol tienes que ser más precavida aún. Lleva contigo una botella de agua para refrescarte en todo momento. Ten en cuenta que tu temperatura corporal es mayor cuando estás embarazada.
  • Evita estirarte por completo. Cuando entres en el último trimestre tienes que vigilar las posturas que haces con la barriga. Es más aconsejable tomar el sol sentada en una silla o incluso hacerlo en un paseo o de pie para evitar posiciones en las que se presione alguna vena.
  • Protégete con gorros y crema solar. El sol es uno de los factores que puede provocar cloasma gestacional, una situación en la que aparecen manchas oscuras en la cara pero que no es preocupante para la salud. Evita que las radiaciones solares te impacten a la cara directamente y no escatimes en crema solar. En el siguiente punto entramos en más detalle. También es aconsejable el uso de gafas de sol.
  • Usa ropa cómoda de embarazada. Cuando ya te hayas expuesto suficiente tiempo al sol, lo mejor será que cubras tu tripa con ropa cómoda y transpirable para evacuar el sudor fácilmente. Las bragas premamá Antipress cumplen con esta función.
  • Trata de no salir en horas centrales del día. Desde las 11 hasta las 16 horas el nivel de radiación ultravioleta es mayor que en el resto de horas del día porque es cuando el sol está en su punto más alto. Aprovecha antes o después de esta franja para tomar el sol de forma más prolongada.
  • Báñate entrando gradualmente al agua. Que tus piernas y tu cuerpo se pongan en remojo en agua marina o en una piscina hará que se estimula tu circulación sanguínea. No dudes en hacerlo siempre y cuando entres al agua poco a poco.

 

¿Qué protección solar usar en el embarazo?

Los protectores solares son indispensables en días que vayas a estar horas en el exterior, especialmente en verano. Las cremas contienen componentes químicos que protegen la piel mediante la filtración de la luz ultravioleta.


El factor de protección solar (FPS) es el indicador que debes controlar cuando compres tu crema solar. Se recomienda que como mínimo se use un FPS de 30. Si vas a exponerte mucho rato al sol y tu tono de piel no es demasiado moreno lo mejor es que te decantes por un FPS de 50.


Es necesario que te apliques la loción unos 30 minutos antes de la exposición al sol. Y si te bañas o sudas tienes que volver a cubrirte tu cuerpo de crema. Se dice que hay que usar 30 gramos para todo un cuerpo de adulto de tamaño medio. Sin embargo, la realidad es que gran parte de la población se aplica menos cantidad de la aconsejada.


¿Puedo usar autobronceador en el embarazo? Los autobronceadores son una solución para coger color rápidamente. Se pueden usar siempre y cuando no los sustituyas por la crema solar protectora ya que no protegen frente a exposición de radiación ultravioleta.


¿Son compatibles los rayos UVA y el embarazo? No hay estudios suficientes como para asegurar que las consecuencias de los rayos UVA sean negativas para el desarrollo del feto en el embarazo. Aún así, nuestra recomendación es evitarlos durante los nueve meses por la facilidad con la que se pueden provocar las manchas en la piel mencionadas anteriormente. Recuerda hablar con tu médico siempre que tengas dudas.