Son una prenda clave para prevenir y recuperarse de ciertas lesiones en la articulación. Te contamos todo lo que debes saber sobre ellas.




Antes de saber si una rodillera va a ayudarte con tu lesión, es esencial que entiendas desde la raíz el problema tienes. Acude al médico para que te haga pruebas y te recomiende un tratamiento. Si ya lo conoces, este post te puede ser útil. Desde Antipress te traemos un resumen de las lesiones más típicas de rodilla y te aconsejamos si las rodilleras pueden ser una buena aliada para recuperarte y sentir menos dolor.


Anatomía de la rodilla

La rodilla es la mayor articulación del cuerpo y está formada por la unión de los huesos del fémur, la tibia y la rótula. También se compone de cartílagos, músculos, ligamentos y tendones:

  • Cápsula articular: Es una capa fibrosa que sirve para dar firmeza y rigidez a la zona. Protege las partes blandas interiores.
  • Membrana sinovial: Es una capa que recubre la cápsula articular y que lubrica la articulación, gracias al líquido sinovial que produce.
  • Bursas: Son pequeñas bolsas que amortiguan los huesos y evitan el roce cuando nos movemos.
  • Meniscos: Son las estructuras fibrocartilaginosas que estabilizan la articulación. También amortiguan golpes y permiten que la carga se distribuya mejor.
  • Ligamentos: Los ligamentos laterales dan estabilidad hacia los lados a la rodilla, mientras que los cruzados la dotan de estabilidad en sentido anterior y posterior de la tibia respecto al fémur.
  • Músculos: El cuádriceps realiza la extensión de la rodilla. En cambio, los isquiotibiales hacen el movimiento de flexión.

 

¿Qué problemas de rodilla hay?

La rodilla es una de las zonas del cuerpo que más lesiones sufre. Tanto los problemas repentinos debido al deporte, como el envejecimiento, como el uso excesivo de la articulación son causas principales del daño que los humanos solemos sufrir en la rodilla. 


Repasemos primero aquellas lesiones que suceden repentinamente:

  • Esguince de rodilla: Se da cuando los ligamentos que unen el fémur con la tibia se rompen. Normalmente la persona que sufre un esguince de rodilla ve un hinchazón en la zona y padece dolor cuando trata de flexionar la articulación.
  • Desgarro de menisco: Los meniscos se pueden romper si hacemos movimientos bruscos girando la rodilla. Es una lesión que se traduce en una sensación de rigidez y dolor. 
  • Desgarro de ligamentos: Una de las lesiones más frecuentes al practicar deportes que requieren detenerse y cambiar de dirección repentinamente, como el fútbol o el baloncesto.
  • Fractura de la rótula: Suelen deberse a un golpe o caída sobre el propio hueso. Causa dificultades para extender la rodilla y mantener la pierna apoyada al suelo.

En cuanto a las lesiones por uso excesivo o envejecimiento, podemos hablar de:

  • Bursitis: Causada por la inflamación de una de les pequeñas bolsas. Puede restringir la movilidad y ocasionar dolor tanto en reposo como al caminar.
  • Tendinitis: Afecta al tendón que une la rótula con la tibia. La tendinitis rotuliana es común en personas que practican deportes con saltos frecuentes, como el voleibol o el baloncesto.
  • Artrosis: Se trata del desgaste del cartílago, que provoca inflamación y dolor al mover la articulación.
  • Osteoporosis: A diferencia de la artrosis, el problema se encuentra en la pérdida de densidad ósea. El hueso se va debilitando y aumenta el riesgo de sufrir una fractura.

 

¿Cuándo es recomendable usar rodillera?

La rodillera es una prenda terapéutica que tiene como objetivo facilitar el movimiento de la articulación de la rodilla en momentos de esfuerzo tanto en un contexto de recuperación de una lesión como en fase de prevención. El producto se ajusta y comprime la rodilla, permitiéndole ejecutar movimientos menos dolorosos y dando firmeza a la articulación. Es una solución ideal para el día a día siempre que el médico así te lo haya aconsejado. Será un buen aliado para personas con artrosis, inestabilidades de los ligamentos, esguinces de ligamentos, bursitis o tendinitis.


Sin embargo, debes tener en cuenta que con la rodillera puesta, tu musculatura de la rodilla trabaja menos y puede acabar debilitándose. Como consecuencia de un abuso de su uso, cuando te intentes mover sin rodillera notarás una falta de sujeción. De hecho, si eres deportista es probable que te aconsejen no usarlas en exceso.


¿Qué tipos de rodillera hay?

Diferenciamos cuatro variedades de rodillera según la solución que ofrecen. Cada una de ellas tiene una forma concreta y se fabrica con materiales distintos:

  • Fundas para rodillas: Están hechas de materiales elásticos que comprimen la articulación, ofreciéndole calor y una gran sensación de soporte. Son fundas básicas que pueden usarse para aliviar la hinchazón y dar estabilidad para la recuperación de una lesión. Sin embargo, no son la mejor opción tras una intervención quirúrgica.
  • Tiras rotulianas: Estas bandas se están popularizando para tratar el dolor de la rodilla anterior. Se colocan entre la cresta tibial y la rótula para ejercer presión en el tendón rotuliano.
  • Rodillera abierta: Este tipo de rodilleras son regulables y acostumbran a estar articuladas. Están hechas con tejidos de distintas elasticidades y material viscoelástico para dar comodidad al usuario. Son las más útiles para lesiones graves de ligamentos laterales y cruzados.
  • Rodillera de protección: Este artículo no ayuda a dar más estabilidad a la articulación, pero es la mejor alternativa para reducir el riesgo de lesión debido a golpes o caídas, gracias a su relleno interior. Las usan personas que practican deportes como el vóleibol o el patinaje.

 

¿Cómo se colocan las rodilleras?

Ponerse correctamente las rodilleras es algo muy simple pero a la vez crucial para que hagan su función. Cuando se trate de una funda, ábrela como si fuera un calcetín y hazla subir hasta la zona de la rodilla lesionada. Asegúrate que cubres toda la articulación y que se te ajusta sin apretar más de la cuenta. Tampoco es bueno que quede floja, así que antes de hacer la compra necesitarás confirmar que tu perímetro de la rodilla coincide con el rango de la talla que quieres adquirir. Si se trata de una rodillera abierta, te será más fácil ajustarla hasta encontrar el punto idóneo de presión.

 


Referencias