Hacer actividad física durante el embarazo es sano y muy necesario tanto física como mentalmente. Aún así, hay algunos deportes que es mejor que evites durante este periodo. Te contamos cuáles son.


El ejercicio antes, durante o después del embarazo es una de las mejores formas para tonificar el cuerpo, fortalecer músculos, regular la presión arterial y rebajar el estrés. Es más que recomendable que hagas deporte durante los nueve meses que vas a tener el bebé en la barriga. Pero a medida que pasen las semanas te notarás más pesada y no vas poder exigirte tanto como antes. Si hay algunos deportes indicados para este periodo, también los hay que tienen más riesgo y debes evitar:

 

Fútbol

El balompié es una de las disciplinas que más se está popularizando en el ámbito femenino en los últimos años. Pero no es la opción más segura durante el embarazo. Al ser un deporte de contacto en el que no deja de haber choques entre jugadoras hay un claro riesgo de que tu parte abdominal reciba impactos. Si te preguntas “¿Puedo jugar al fútbol durante el embarazo?” la respuesta es que no.


Baloncesto

De forma muy parecida que en el fútbol, el básquet también es una actividad llena de impactos. Además, el balón es pesado y puede llegar a impactar en tu barriga. No debes jugar a baloncesto si estás embarazada.


Artes marciales (Boxeo, judo, esgrima,...)

Los deportes donde el objetivo es someter a otra persona gracias a técnicas de combate concretas son del todo prescindibles. Durante los primeros meses de embarazo puedes entrenar técnicas y golpes suaves pero nunca te comprometas a ningún combate para no poner en riesgo el feto en crecimiento.


Rugby

Otro deporte de contacto que no puedes practicar si estás embarazada es el rugby. Los bloqueos y las melés pueden ocasionar traumatismos abdominales y causar daño al bebé.


Submarinismo o buceo

Es habitual que las madres apasionadas a este tipo de actividades inmersivas lo sigan realizando durante las primeras semanas de embarazo, cuando ni son conscientes que lo están. Y no pasa nada. Sin embargo, debes tener claro que el submarinismo y el buceo son deportes a evitar durante los nueve meses. En las inmersiones se respira aire hiperbárico y no se sabe si podría llegar a dañar el feto. Además, en el momento de descompresión se pueden crear burbujas en la placenta y dificultar la entrada de oxígeno. Asimismo, es muy probable que en algún momento hayas sufrido náuseas, vómitos o calambres. Padecerlo en el agua no es divertido.


Surf

Si no eres experta es mejor que te decantes por no surfear durante el embarazo, especialmente en el último trimestre. Es uno de los deportes con más posibilidades de provocar un traumatismo abdominal por su dificultad técnica. Las caídas son parte del juego. Si tienes un nivel alto y lo has consultado con tu médico, intenta mantenerte de rodillas encima de la tabla cuando remes para no estar boca abajo. Lo mejor que puedes hacer es practicarlo en días que no haya olas agresivas y te aconsejamos que haya alguien de tu confianza vigilándote. Sé prudente y no te exijas más de la cuenta.


Esquí o Snowboard

Es invierno y las pistas están abiertas. Te preguntas “Puedo hacer esquí o snowboard durante el embarazo?”. Lamentamos aconsejarte que estos dos deportes son dos de los que debes descartar rápidamente. El gran riesgo de caídas lo hace del todo inseguro para el correcto crecimiento del bebé. Son actividades que también pueden provocarte lesiones y tensiones en los músculos de mucha incomodidad durante las semanas previas al parto. Como siempre, sé consciente de tu nivel y habla con tu médico para tomar tu decisión final.


Gimnasia rítimica

Esta disciplina, a alto nivel, está llena de movimientos técnicos de cierto riesgo si estás embarazada. Se caracteriza por los saltos, giros, equilibros y flexibilidades que tendrás que posponer hasta después del parto. Lo más prudente es evitar posiciones con riesgo a desequilibrarte o caerte.

 

Equitación

No es aconsejable que hagas equitación durante el embarazo. Aprovecha las primeras 12 semanas para hacer circuitos sin obstáculos pero olvídate del caballo a partir de entonces. Es demasiado peligroso seguir haciéndolo porque cualquier caída podría dañar al bebé.